lunes, 22 de julio de 2013
On 18:04 by Unknown in Lenguaje Corporal No comments
La traducción de esta semana es del blog de Jennifer Mackerras, una profesora de la Técnica Alexander que vive en el Reino Unido.
Elegí este artículo porque habla de algo que todos sabemos pero que quizás no sabemos cómo modificar efectivamente en nosotros: el lenguaje no verbal, el lenguaje de gestos y posturas, de formas de usar el cuerpo, ese que revela mucho más de lo que dicen nuestras palabras.
Nuestra postura, nuestra forma de movernos, nuestros manerismos, todos ellos nos definen a los ojos de los otros, mucho antes de que digamos una sola palabra.
¿No te gustaría tener más control sobre lo que estás diciendo con tu cuerpo?
El artículo original en inglés lo encuentras en: http://www.activateyou.com/2013/07/how-to-start-moving-better/
("Nada es más revelador que el movimiento." Martha Graham)
Los cuerpos cuentan historias. Es verdad. La forma que te mueves le cuenta a los otros un cuento - o al menos les da pistas vitales - sobre cómo te sientes respecto a lo que estás haciendo, o sobre cómo estás pensando. Y si esto es cierto cuando estás haciendo las compras de almacén, es incluso más aparente cuando estás haciendo algo que podría resultarte estresante, como ser hablar en público.
Elegí este artículo porque habla de algo que todos sabemos pero que quizás no sabemos cómo modificar efectivamente en nosotros: el lenguaje no verbal, el lenguaje de gestos y posturas, de formas de usar el cuerpo, ese que revela mucho más de lo que dicen nuestras palabras.
Nuestra postura, nuestra forma de movernos, nuestros manerismos, todos ellos nos definen a los ojos de los otros, mucho antes de que digamos una sola palabra.
¿No te gustaría tener más control sobre lo que estás diciendo con tu cuerpo?
El artículo original en inglés lo encuentras en: http://www.activateyou.com/2013/07/how-to-start-moving-better/
Los cuerpos cuentan cuentos - cómo la forma que te mueves cuenta una historia sobre ti (y cómo empezar a moverte mejor)
Julio 17, 2013
("Nada es más revelador que el movimiento." Martha Graham)
Los cuerpos cuentan historias. Es verdad. La forma que te mueves le cuenta a los otros un cuento - o al menos les da pistas vitales - sobre cómo te sientes respecto a lo que estás haciendo, o sobre cómo estás pensando. Y si esto es cierto cuando estás haciendo las compras de almacén, es incluso más aparente cuando estás haciendo algo que podría resultarte estresante, como ser hablar en público.
¿Has estado alguna vez en una presentación u otro evento donde tuviste que mirar a alguien dar un discurso o realizar una representación? ¿Estaba nervioso? ¿Cómo lo supiste?
Claro, no lo sabías realmente. No con certeza (a no ser que le hayas preguntado luego). Pero cómo se movía o hablaba te habría dado pistas vitales. Quizás tenía los hombros levantados o el cuello tieso. Quizás vacilaba con su contacto visual, o hablaba muy bajito.
El simple hecho de la cosa es que cómo te mueves nos da pistas sobre lo que piensas y cómo te sientes. A veces leemos mal esas pistas. A veces le erramos totalmente en la lectura. Pero la mayoría de la gente las lee bastante bien, y lo hace así la mayoría del tiempo. Los cuerpos cuentan historias. Y los sabemos. Es por eso que nos molesta cuando pensamos que no nos presentamos tan bien como nos gustaría - queremos que se nos perciba positivamente, pero simplemente no sabemos dónde o cómo empezar a movernos mejor.
Estuve en una conferencia el pasado fin de semana, presentando un taller con mi maravillosa colega Jane Toms. Estaba dándole una clase de demostración a una de las participantes que me dijo que había estado teniendo problemas de dolor en el cuello. Cuando trabajé con ella, su cuello en efecto no se movía con demasiada libertad.
Claro, no lo sabías realmente. No con certeza (a no ser que le hayas preguntado luego). Pero cómo se movía o hablaba te habría dado pistas vitales. Quizás tenía los hombros levantados o el cuello tieso. Quizás vacilaba con su contacto visual, o hablaba muy bajito.
El simple hecho de la cosa es que cómo te mueves nos da pistas sobre lo que piensas y cómo te sientes. A veces leemos mal esas pistas. A veces le erramos totalmente en la lectura. Pero la mayoría de la gente las lee bastante bien, y lo hace así la mayoría del tiempo. Los cuerpos cuentan historias. Y los sabemos. Es por eso que nos molesta cuando pensamos que no nos presentamos tan bien como nos gustaría - queremos que se nos perciba positivamente, pero simplemente no sabemos dónde o cómo empezar a movernos mejor.
Estuve en una conferencia el pasado fin de semana, presentando un taller con mi maravillosa colega Jane Toms. Estaba dándole una clase de demostración a una de las participantes que me dijo que había estado teniendo problemas de dolor en el cuello. Cuando trabajé con ella, su cuello en efecto no se movía con demasiada libertad.
¿Qué me decía esto? Me sugería que ella tenía una idea que no la estaba ayudando - una idea sobre su cuello y sus funciones. Así que le pregunte cuál era la función de su cuello. Y ella dijo, "para sostener a mi cabeza." Y esta respuesta encajaba perfectamente con lo que estaba haciendo físicamente - ella estaba usando los músculos de su cuello para 'sostener a su cabeza'.
Esta participante del taller tenía una creencia sobre la función de su cuello, y esa creencia estaba escrita en su cuerpo. Los cuerpos cuentan historias. Así que si no te gusta el cuento que tu cuerpo está contando, ¿qué haces? ¿Por dónde comienzas con cómo empezar a moverte mejor?
Cambia la historia. Cambia la creencia. Sí, ya sé que eso suena simplista. Pero funciona. Aquí están los puntos claves a recordar para comenzar el proceso:
Cambia la historia. Cambia la creencia. Sí, ya sé que eso suena simplista. Pero funciona. Aquí están los puntos claves a recordar para comenzar el proceso:
- Detrás de cada movimiento hay una idea o historia.
- Si cambias la idea, cambias el movimiento.
- No te preocupes por ir a la caza del origen de la idea que te llevó al movimiento pobre. Es mucho más fácil simplemente decidir los detalles de la nueva idea, y luego trabajar en hacer eso en vez de la idea vieja.
- Una buena pregunta para comenzar la creación de una nueva idea es, ,"¿Qué necesito hacer... [insertar actividad aquí]"
Esto es un acto positivo. No estamos escondiendo la cabeza en la arena. No estamos esperando que nadie lo note. Y no estamos yéndonos de caza por el pasado para descubrir las raíces de una idea que no nos sirvió para empezar. Estamos haciendo lo que nos ayudará: encontrar una nueva idea. Si hacemos esto con sinceridad y consistentemente, sabremos cómo comenzar a movernos mejor. Cambiaremos la forma en la que nos movemos. Cambiaremos la forma en la que otros nos leen. Cambiaremos nuestras historias de 'las viejas de siempre' a algo mejor. Y esto es un desafío que vale la pena.
Artículo original en inglés: Jennifer Mackerras
Traducción al español: Victoria Stanham
Artículo original en inglés: Jennifer Mackerras
Traducción al español: Victoria Stanham
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