viernes, 24 de enero de 2014

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Así que querés cambiar tus hábitos posturales…

¿Cómo se hace eso?

Para empezar, dejemos lo básico claro.

La Postura es es un fenómeno psicofísico. No es solo tu cuerpo, es todo tú: cuerpo + mente + emociones. Sirve pensar que tu cuerpo, mente y emociones son en verdad UNA misma realidad reflejada en TRES espejos diferentes. Existe incluso un CUARTO espejo que es tu contexto, o mejor dicho, tu experiencia de tu contexto.

Me gustaría contarte hoy de este cuarto espejo.

Tu experiencia de tu contexto está dictada por tu estado de ánimo.

¿Qué es una estado de ánimo?

Un estado de ánimo es una actitud hacia la experiencia que estás viviendo. Aunque nuestros estados de ánimo varían en el tiempo, tenemos una actitud fundamental de base a la que quizás podríamos llamarle tu estructura de carácter o tu personalidad.

Una de las características de mi estructura particular es que tiendo a retraerme cuando me siento amenazada. En cuanto siento que tu energía invade mi espacio personal puffff! Me fui en espíritu a alguna otra parte y te quedaste hablando con lo que queda de mi: una cáscara vacía pero muy educada que te va a decir “aham, ehem. Claro. Muy interesante” y se va a reír en todos los lugares correctos… pero que no está ahí.

Si te gustan las anécdotas, te puedo contar cómo descubrí esta tendencia mía a escaparme energéticamente de las situaciones. [Si no te divierten las historias, saltá a la parte que dice “¿Y qué tiene que ver esto con cambiar hábitos posturales?” … no me enojo ;)]

El día que tuve un atisbo de mi mentalidad…

Ocurrió durante una clase de Técnica Alexander hace unos años. Mi profesor me estaba guiando con sus manos mientras yo me paraba y me sentaba en una silla cuando de repente me di cuenta: “Me estoy retrayendo del contacto”. Y no era sólo del contacto con las manos del profesor. Noté la tensión en las plantas de mis pies… como si estuviera tratando de retraerme del contacto con el piso. Mis isquiones (los huesitos sobre los que nos sentamos) estaban apretados, como si me estuviese retrayendo del contacto con la silla. Era como si estuviese succionando mi esencia lejos de mi periferia hacia donde no pudiese ser tocada por nada ni por nadie.

Fue una de esos momentos de comprensión que te cambian tu perspectiva completa sobre todo. “Me retraigo del contacto.” No era una cosa simplemente física, era algo que hacía con todo mi ser. Me retraía en mis relaciones con otros, me cuidaba, me daba miedo el contacto, me abrumaba rápidamente la energía de la gente.

En el extremo opuesto del espectro, cuando me sentía segura con alguien, acababa perdiéndome en el otro, me aferraba, perdía mis referencias personales. Obviamente, tenía que trabajar con el tema de los límites.

Estas dos respuestas al contacto eran todo lo que conocía, por lo que no hubiese podido responder diferente aunque quisiese. Eran también automáticas y por lo tanto completamente inconscientes. Esto significa que no sabía (hasta ese momento) que estaba reaccionando así.

La buena noticia es que cuando se tiene un momento de “¡aha!”, como el que tuve durante esa clase, quiere decir que uno pudo salirse del patrón, aunque sea por unos segundos, y verlo. Y cuando uno ve algo, uno puede ver también las alternativas a ese algo, puede analizarlo, aprender sobre él, jugar con él. Recién en ese momento pude descubrir de qué se trataba el juego este.

¿Y qué tiene que ver esto con cambiar hábitos posturales?

Bueno, primero que nada, analicemos cómo funciona un hábito. [Si te interesa saber más del tema de hábitos y su funcionamiento te invito a chequear esta entrada de mi otro blog].

Las primeras veces que te enfrentás a un nuevo estímulo, tu cerebro entra a trabajar a toda máquina con el fin de descubrir algún patrón reconocible en la situación. En cuanto reconoce un patrón, el cerebro se tranquiliza porque ahora sabe qué respuesta requiere la situación: el cerebro ejecuta la respuesta pre-determinada para ese tipo de patrón y todo el sistema entra en piloto automático.

Tu cerebro tiene un depósito de patrones de respuesta (hábitos) que ha construido (y sigue construyendo) durante toda tu vida. Estos patrones son respuestas automáticas a estímulos determinados, y son los que te permiten funcionar día a día ya que evitan que tengas que tomar decisiones a cada paso. O sea, es algo bueno que hayas aprendido y automatizado la mecánica de caminar cuando eras niño, para no tener que ahora estar pensando cómo coordinar tus piernas para ir de la cama al living.

¿Pero qué pasa cuando tus patrones de respuesta están desactualizados?

Si leíste mi historia, habrás deducido que en algún punto de mi vida había habituado una respuesta de retracción al contacto. Esta respuesta probablemente fue necesaria en el momento que la empecé a usar; seguramente era lo mejor que podía hacer dados mis recursos en ese momento.

Sin embargo, la necesidad de retraerme del contacto expiró hace tiempo; ahora yo cuento con más y mejores recursos. Pero, en algún momento mi cerebro había automatizado la respuesta, por lo que NO estaba decidiendo conscientemente usarla… simplemente se activaba ante cualquier situación de contacto.

Este patrón de respuesta al contacto (que que estaba actuando todo el tiempo porque, de hecho, estamos ‘en contacto’ con algo todo el tiempo) creaba una mentalidad particular, una actitud hacia la vida en general, y una postura o fisionomía particular que la acompañaba.

Había estado trabajando sobre mis hábitos posturales por varios años (con diferentes grados de éxito) cuando por fin me llegó este pedazo crucial de información. Recién ahora estaba realmente lista para el cambio: recién ahora me daba cuenta que la postura surge de una mentalidad, y lo que yo necesitaba no era sólo corregir mis hombros caídos… era cambiar mi manera de ver el mundo.

¿Qué podés hacer tú para empezar a cambiar tus hábitos posturales?

Necesitás descubrir cuál es tu actitud básica hacia el contacto. ¿Te retraés? ¿Empujás? ¿Te aferrás? ¿Tenés una actitud ambivalente?

Si realmente querés cambiar tu postura, este es un dato clave.

Victoria

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Image credits:
"Young lady with reflection" by admr/freedigitalphotos.net



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