domingo, 24 de abril de 2016
On 17:06 by Unknown No comments
Queridos
lectores del blog:
Les escribo por
última vez desde esta dirección web. Hoy cierro una etapa hermosa y me
mudo de dominio virtual a una nueva casa en www.victoriastanham.com.
Permítanme contarles y compartir con ustedes el camino
y las razones que me llevan a este cambio.
Comencé este blog en febrero del 2013
como una vertiente para mi pensamiento y entendimiento sobre la Técnica
Alexander. Cumplía en ese entonces un año como profesora
graduada y ya notaba que mis ideas sobre la Técnica, y mi forma de entenderla y
querer enseñarla, empezaban a derivarse del canon más tradicional. Escribir en este blog me permitía verbalizar esa nueva
forma, expresarla, estudiarla, elaborarla, entenderla, y ver hacia dónde me
llevaba.
A finales del 2012 había completado mi formación en
Pilates Mat y empezaba a disfrutar y valorar la riqueza de la inter-polinización
entre técnicas somáticas y de movimiento.
Para finales del 2013 me di cuenta que mis exploraciones
personales en el alcance de la Técnica Alexander empezaban a derivarse
demasiado del canon y que necesitaba más libertad para “enloquecer un rato” con
la forma.
Elegí entonces abandonar la posición de asistente en
la Escuela de formación de profesores de Técnica Alexander de Montevideo.
Simplemente no quería confundir con mis ideas a los nuevos profesores en
formación, y necesitaba darle rienda suelta a la exploración de mi propia forma
de enseñar y vivir la Técnica Alexander.
Mis blogs empezaron a hablar de todo un poco
relacionado al cuerpo y su lenguaje, el movimiento, los hábitos,
la postura, el cambio y la percepción. Todos ellos son temas relacionados a
la Técnica, pero me animé a adentrarme en tópicos más concretos, como el
ejercicio físico intenso (crossfit, running, entrenamientofuncional), el dolor físico y emocional, y el proceso deaprendizaje en sí mismo.
Mientras tanto seguía explorando con otras técnicas de
movimiento y percepción, buscando nuevas formas de responder a mis eternas
preguntas. Y es que gran parte de mi búsqueda se centra en los juegos de percepción y puntos de vista.
En el 2014 tomé mis primeras clases de Feldenkrais y
me enamoré de la metodología de las ATM’s (Awareness Through Movement /
Autoconciencia por el Movimiento). En el 2015 me formo como profesora de
Pilates Studio (aparatos) y comienzo a cursar partes de la carrera de
fisioterapia en la UdelaR. Finalmente en este 2016 comienzo a formarme en Bones
for Life, del programa de Movement Intelligence de Ruthy Allon (derivado del
Feldenkrais).
Todo esto ha significado que mi práctica y forma de
enseñar y entender la Técnica Alexander se han vuelto muy “idiosincráticas” (idios – de uno mismo; syn - junto; krasis
– mezcla), o sea, son mi mezcla personal.
Es por eso que hoy se cierra un ciclo y un espacio que
ya cumplieron su objetivo: ayudarme a encontrar mi voz y mi forma. Se abre ahora
un nuevo ciclo en mi página web personal donde estaré hablando ya
expresamente desde el paradigma que comparto con Eduardo, mi pareja: la SomatoSofía.
Para quienes quieran seguir acompañándome en mis
andanzas y pensamientos los invito a visitar el nuevo blog y suscribirse
para recibirlos desde allí.
Para quienes hasta aquí llegan, me despido con cariño
y agradecimiento. El blog vstanhamtecnicaalexander.blogspot.com seguirá aquí
pero ya no se renovará. Quedan aquí sus 111 artículos que no serán cambiados ni
removidos.
Un gran abrazo.
-
Victoria
jueves, 7 de abril de 2016
Cuando
algo me duele, un diagnóstico puede ser un arma de doble filo.
Saber
qué me pasa calma mi ansiedad; un ‘diagnóstico’ generalmente viene con un ‘tratamiento’.
Y aquí está el peligro… Si sigo el tratamiento, si corrijo lo que está mal, si
corrijo todas las partes, si encuentro la raíz del problema y la arreglo… ¿entonces
me voy a curar?
El
hecho es que nadie sabe. A veces me ‘curo’ (que en mi mundo significa que deja
de doler o molestar y que recupero la función perdida) y se lo adjudico al tratamiento.
Y a veces hago ‘todo bien’ e igual me
agarro una bursitis, me duele la rodilla, o se me irritan los ojos.
Un
problema crónico, no es una invitación a “tirar la chancleta, porque total…”. Es
una invitación a convivir con el lagarto, tenga el tamaño que tenga.
Aprender
a vivir con él lagarto cuando está grande y destructivo como Godzilla y a vivir
con él cuando está chico y manejable como Godzuki. Aprender a llevarla, a
manejarla, a crearme las mejores condiciones para que me limite lo menos
posible.
Pero
sin luchar por erradicarlo de por vida, porque lo que sí veo es que generalmente
tengo menos control sobre sus idas y venidas de lo que me gustaría.
Asumir
que no me puedo salir siempre con la mía, es asumir mis limitaciones, y es volverme
más humana.
En
suma, para algunas molestias, soy crónica. Hay días que me duele y he aprendido
a domar a Godzilla para que no destruya toda mi ciudad.
¿Qué
me ayuda a transformar a Godzilla en Godzuki?
Uso
el diagnóstico para saber cómo crear las mejores condiciones para que ello
ocurra (hay que ayudar la situación), confío (a veces no queda otra)… y trabajo
la paciencia (que nunca viene mal).
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